La soleada ciudad costera de Monastir, en Túnez

Belén Valdehita
Belén Valdehita 12 Febrero, 2018

Además de contar con magníficas playas, la ciudad de Monastir puede presumir de su pasado y de su legado histórico, y de haber sido la cuna de uno de los padres del moderno Estado de Túnez.

La ciudad de Monastir, en Túnez
Fuente de la imagen: Turismo de Túnez

Monastir es una pequeña y bonita ciudad situada en la costa de Túnez. Capital de la Gobernación de Monastir, en los últimos años se ha convertido por méritos propios en un destacado centro turístico. Se encuentra ubicada a 162 kilómetros de la ciudad de Túnez, y es famosa por sus playas de arena blanca y aguas turquesas, reflejo de un cielo siempre despejado.


Este paraíso tunecino conserva toda la esencia de la cultura árabe, pero ha sabido modernizar y adaptar sus infraestructuras al numeroso turismo que acude todos los años a visitar este oasis tunecino.


Gran parte se su atractivo recae en su clima de tipo mediterráneo, que le proporciona unos veranos calurosos, con temperaturas muy altas, y unos inviernos bastante suaves, con temperaturas que no bajan de los 5 grados centígrados por la noche.

Mausoleo Bourguiba, en Monastir, Túnez
Fuente de la imagen: Flickr

Qué ver en Monastir

La visita a esta villa tunecina será recompensada con monumentos como la mezquita de Bourguiba, que destaca por su cúpula color oro. En su interior reposan los restos de Habib Bourguiba, el que fuera fundador de la actual Túnez y primer presidente del país.


Otra visita imprescindible es la del Ribat de Harthema, una fortaleza-monasterio que está situada entre la Medina de Monastir y el mar. Desde su torre se puede contemplar una espectacular panorámica de toda la costa.


Paseando por las exóticas calles de la ciudad se llega al barrio viejo de Chraga, que tras ser restaurado se ha convertido en uno de los centros neurálgicos de la villa. Aquí encontraremos numerosos bares y restaurantes con terraza donde tomar un tradicional té a la menta o conocer la cocina tunecina.

Ribat de Harthema, en Monastir, Túnez
Fuente de la imagen: CitiesTips

La cocina tradicional de Monastir

Como ciudad costera que es, en la oferta gastronómica local abundan los platos elaborados con pescados y mariscos, además de otras recetas siempre condimentadas con aceite de oliva y abundantes especias.


La cocina tradicional, además de contar con recetas muy mediterráneas, también recibe influencias de la cultura oriental y la occidental, sobre todo de la cocina francesa. 


Uno de los platos más típicos es el cuscús bereber, que se presenta en múltiples variedades, a cual más exquisita. Otras deliciosas propuestas locales son la mechouia, una ensalada a base de tomate, berenjena, calabacín y cebolla asada, aliñada con aceite de oliva y ajo; la chorba, una sopa picante con pasta o cebada; el lablabi, una sopa de garbanzos; la kamounia, un guiso de carne muy condimentado; el tajine, una tortilla rellena de queso, patata y picadillo; el mirmiz, un estofado de cordero con judías blancas y salsa picante, o el mechoui, que es una pierna de cordero asada.

Vista panorámica de Monastir, en Túnez
Fuente de la imagen: VIX

Motivos para visitar Monastir

Monastir es uno de los mejores destinos que se pueden encontrar en la costa de Túnez. Sus playas se encuentran entre las más reclamadas del país, y cuenta con una excelente oferta de alojamiento y restauración.


La mejor forma de conocer y disfrutar de la ciudad es recorriendo su agradable paseo marítimo, su animado puerto deportivo y su sugerente barrio histórico. Gracias a su suave clima, se puede visitar la localidad en cualquier época del año, además de sus exóticos alrededores, donde abundan los olivos, las chumberas, los tamarix o los áloes.


Es un destino ideal para obsequiar a nuestros sentidos, ya que nos sentiremos continuamente envueltos por los colores y el aroma de los jazmines, los geranios, las buganvillas o los hibiscus.